El espíritu de “competencia / colaboración según reglas de juego acordadas por los protagonistas”

24.04.2018

El espíritu de “competencia / colaboración según reglas de juego acordadas por los protagonistas”

Событие

El espíritu de “competencia / colaboración según reglas de juego acordadas por los protagonistas” que caracteriza a un Mundial de Fútbol fue resaltado ayer en Montevideo en el acto de entrega de panes de césped del Estadio Centenario al Embajador de Rusia, para que sean enviados a los estadios donde se disputará el evento en 2018.

“Del primero en el 30 al XXI en 2018. Uruguay-Rusia”, se denominó el encuentro organizado por el Instituto Bering – Bellingshausen para las Américas y que contó con la presencia del Intendente de Montevideo, Ing. Daniel Martínez, del Presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Esc. Wilmar Valdés, del Dr. Alfredo Etchandy, Sub Secretario Nacional del Deporte, Secretaría Nacional del Deporte, del Dr. Mario Romano, Gerente de CAFO   y del embajador de la Federación de Rusia en Uruguay Nikolay Sofinskiy, así como otras autoridades, entre ellas el ex embajador uruguayo en Moscú, Aníbal Cabral.

“Alimenta el alma y contribuirá a reforzar nuestra aguerrida voluntad” esta presencia simbólica de una parte de la historia del fútbol a través de los panes de césped del Estadio Centenario en el mundial de Rusia, expresó el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, al ser consultado por los medios de prensa locales e internacionales que participaron del acto.

En representación del presidente de IBBA, Sergey Brilev, su vicepresidente, Gerardo Bleier, resaltó la importancia del mundial de fútbol desde el punto de vista cultural. Indicó que las formas de la competencia / colaboración entre selecciones de diferentes naciones que se efectiviza en el juego contribuye a superar la lógica de los “prejuicios que caracteriza hoy a las relaciones internacionales” para sustituirla por el “conocimiento mutuo y humanizado que significa la competencia de destrezas dentro de un marco de reglas de juego claras y arbitradas”.

Resaltó también el apoyo que con el acto simbólico del envío de los panes de césped se procuraba dar a la candidatura de Uruguay, Argentina y Paraguay para que el Mundial 2030 (al cumplirse cien años del primero desarrollado en el Estadio Centenario) se realice en esos países con el objeto “justamente de reproducir aquel espíritu de competencia / colaboración en una atmosfera de paz” que fue un aspecto clave de quienes lo impulsaron.

El Estadio Centenario, donde se jugó la primer final de un Mundial de Fútbol en 1930 fue construido en poco más de seis meses por la pujante sociedad uruguaya de entonces, caracterizada por la calidad de sus instituciones democráticas, ambos rasgos resaltados por los organizadores del evento cuando eligieron a Montevideo para iniciar esa fiesta del deporte.